Para ser sincera, no tenía pensando comenzar un nuevo proyecto relacionado con las finanzas y con mi experiencia profesional en Control de Gestión. Tras 14 años de trabajo en este tipo de departamentos necesitaba un poco de aire fresco y poder averiguar qué era lo que me motivaba.

Tras varios intentos de ver qué era lo que quería en mi vida, me dí cuenta que, en realidad, lo que me motiva es ayudar a las personas, aportar,  y que, a través de mi experiencia con los números podía conseguirlo.

¿Qué me propuse? Modificar la idea de la dificultad que rodea a las finanzas y darle un impulso a la utilidad que tiene, y la manera de hacerlo es asesorando a personas empresarias y pymes para que puedan sacar el máximo rendimiento de toda la información financiera que tienen. Mi experiencia profesional no me ha dado tan sólo conocimientos específicos de finanzas, sino, y mayoritariamente, experiencia en el trato con las personas, tener la capacidad de identificar qué problemas tienen y qué necesitan, y poder ofrecer una solución que se ajuste a sus necesidades de una manera personalizada.

Si algo me define es que soy una persona práctica, me gusta ir al grano y no andarme por las ramas, teniendo siempre en cuenta que cada proyecto es único y que está dirigido por personas con características específicas, y a las que hay que aportar una solución que se ajuste a cada proyecto.

¿Por qué dédalo? Porque he recibido, en numerosas ocasiones, el mensaje de que los datos financieros y su análisis es algo complejo, y , pensando en algo complejo me vino la imagen de un laberinto, y de ahí el mito de Dédalo e Ícaro, y tal y como hizo Dédalo Mi objetivo es que salgamos junt@s del «laberinto de los números».